La separación de los padres y, en último término, el divorcio, es una situación casi siempre dramática. Pero cuando además existen hijos de por medio que son todavía pequeños, la cosa se complica y resulta necesario acudir a un psicólogo infantil en Gijón para superar el trance.

Las estadísticas no dejan lugar a dudas. Aproximadamente uno de cada dos matrimonios actuales acaba en divorcio. Y en el Gabinete Psicológico Romero sabemos por experiencia que los niños suelen ser los más perjudicados de la situación. Pero, ¿cómo les afecta la separación de los padres? La reacción de los niños dependerá mucho de la edad, del sexo, de la personalidad y del contexto familiar. Los expertos señalan el primer año después de la ruptura como el periodo más crítico. Y sus reacciones muy diversas. Por ejemplo, a pesar de lo que pueda pensarse, los bebés son muy receptivos y está demostrado que aumentan los lloros y los periodos de irritación.

Quizá los niños en edad preescolar, desde los 3 a los 6 años, son los que peor lo llevan. Muchos de ellos no entienden la situación y tienden a culparse a sí mismos, provocándoles ansiedad. Más tristes se quedan los niños en edad escolar, que añorarán al padre o madre que menos vean y que sufrirán una bajada inevitable de rendimiento escolar, mientras que a partir de los 9-12 años culpan a alguno de los padres de la ruptura.

El hecho de estar separado no es ni mejor ni peor, pero eso es algo que los niños no acaban de entender. Por eso, si presentan síntomas de no superar la ruptura y que el comportamiento no es como siempre, es recomendable visitar al psicólogo infantil en Gijón para que le ayude a superar el problema.