Cuando padres y profesores empiezan a pensar en buscar la ayuda de un psicólogo infantil de Gijón es muchas veces porque el pequeño ha empezado a crear conflictos en el colegio, su rendimiento ha bajado de forma notable o tal vez está experimentando problemas de sueño, pesadillas… Cuando empezamos a analizar el caso, indagando en la cotidianeidad del niño, no es extraño encontrar que una de las posibles causas que pueden estar en el origen de esos, y otros problemas, puede ser el estrés.

Nunca se ha dicho, y pese a ello es una creencia muy arraigada,  que el estrés sea un padecimiento exclusivo de los adultos. Nada más lejos de la realidad. Como bien sabe cualquier psicólogo infantil de Gijón, los niños están se exponen a diario a situaciones que pueden controlar con mayor o menor éxito. La proximidad de un examen, o de una competición deportiva sobre la que se le ha creado demasiada tensión, la posibilidad de tener que dirigirse a toda la clase para exponer un trabajo, discusiones en casa o, incluso, ser víctima de acoso son solamente un pequeño ejemplo de situaciones que pueden incrementar sus niveles de estrés.

Este estrés puede provocar una serie de reacciones hormonales, emocionales, fisiológicas, y psicológicas que se manifiestan de formas muy diferentes en cada uno de los chicos que las sufre. Unos pueden tener una respuesta de violencia, otros de introspección. En algunos aparecen los dolores de tripa, problemas en el habla… Precisamente una de las dificultades del diagnóstico radica en la variada sintomatología.

Pero, al igual que ocurre con los adultos que lo padecen, aplicando las terapias adecuadas el estrés infantil es un padecimiento que se puede superar, con mayor facilidad si en el proceso cuentas con la ayuda del Gabinete Psicológico Romero.