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Publicado: 7 de Noviembre de 2014
Llegan, nos contagian sus emociones negativas y nos dejan sin fuerzas.Defenderse y protegerse de este tipo de personas es una obligación.Parar los pies a los víricos victimistas no es abandonarles sino invitarles a tomar las riendas.
http://elpais.com/elpais/2013/03/01/eps/1362166637_204041.html